Posmodernismo Posdigital (1a Parte)
(2016)

Lo Digital en Arquitectura supera ampliamente al uso de computadoras para la realización de dibujos técnicos o la representación tridimensional hiperrealista; lo digital refiere a un entramado de sistemas de producción CAD/CAM, Computer Aided Design (diseño asistido por computadora) y Computer Aided Manufacturing (construcción asistida por computadora). Un entramado que incluye definiciones paramétricas (sistemas de medición estandarizadas y modificables según determinaciones estructurales, materiales y/o programáticas) y que a pesar de la casi imposibilidad del salto de escala hacia lo efectivamente arquitectónico, ha impactado, a través del uso de una serie de artefactos semi-robóticos (moladoras, cortadoras, impresoras) en la producción edilicia gracias a la fabricación de componentes materiales cada vez más sofisticados, tanto en su complejidad geométrica como en su aceptación de variabilidad dimensional.
Lo Digital se manifiesta principalmente en la producción de los grandes estudios -con clientes que permiten el costo agregado de estas tecnologías-, y en las experimentaciones formales en las escuelas de elite, que han aumentado el arsenal tecnológico de sus talleres de fabricación incluyendo sistemas de fabricación industrial computadorizados. Los alumnos de estas escuelas pueden realizar simulaciones de la práctica profesional de los estudios de alta gama en los que aspiran a ser reclutados una vez graduados.
El efecto de la Revolución Digital en la práctica arquitectónica refleja al que se ha producido en otros ámbitos productivos: automatización y estandarización global en los procedimientos de diseño y fabricación. En esto, las escuelas más importantes del mundo y los grandes estudios de arquitectura se alinean con claridad con las grandes corporaciones digitales (Auto-Desk, Adobe) y los inversores supra-nacionales para producir el acercamiento final de la profesión a los requerimientos de la globalización financiera: responder a la fluidez de las inversiones inmobiliarias, en cualquier parte del mundo, con sistemas operativos de diseño y construcción eficientes, globales y coordinados.
En nuestro medio, si bien hay algunos ejemplos (nacionales y locales) de este claro alineamiento profesión/globalización, afortunadamente poco de este entramado productivo ha afectado el mundo de la construcción que más impacto tiene en la conformación del entorno urbano local; que sigue siendo dominado por pequeños y medianos estudios de arquitectura (cuando logramos participar en este proceso); por desarrolladores inmobiliarios locales interesados en el ahorro material y espacial y por pequeñas compañías de construcción (generalmente de escala familiar). Actores que construyen la ciudad por acumulación, lote a lote, utilizando materiales de baja tecnificación agregada y en base a lógicas constructivas locales. Existe una inercia económica de escala que imposibilita que estos sistemas productivos globales impacten en nuestro cotidiano local.
pos-modernismo y neo-liberalismo
Anterior al impacto de Lo Digital, y preparando el terreno para el alineamiento arquitectura-mercado, encontramos el paralelo entre la historia del Posmodernismo Arquitectónico y el auge del Pensamiento Neo-Liberal. Comenzando a final de la década del 50, luego de un desarrollo paralelo, en los 90’ triunfan ambos hegemónicamente, con la proclamación de la alianza final de las democracias occidentales y el mercado global, en lo que dio en llamarse el Fin de la Historia (Francis Fukuyama).
El punto cúlmine del paralelo arquitectónico del auge neoliberal es el Museo Guggenheim de Bilbao de Frank Ghery (1992/97). Gracias a esta obra, los Arquitectos Estrella se presentan como los máximos exponentes de una arquitectura global des-localizada, que actúa en cualquier lugar del mundo, al servicio de grandes corporaciones ligadas a poderes políticos locales en necesidad de demostrar alineamiento frente a las lógicas del mercado. Es sabido que el Museo Guggenheim fue posible gracias a la tecnología digital utilizada en su construcción: un software desarrollado por la industria aeronáutica bélica fue el utilizado para la simulación de las complejas dobles curvaturas de la estructura y el cerramiento del edificio. Es aquí cuando, luego de un inicio tentativo ligado a distintos software de animación digital de Hollywood, la lógica digital del CAD-CAM entra con fuerza en las Escuelas de Arquitectura. Estas lógicas de amplificación y aceleración de la producción de la novedad se enmarcan en la mercantilización fetichista de la arquitectura y su entramado en las lógicas de la circulación de la imagen: la arquitectura creará plusvalía ampliando el margen de ganancia de la inversión inmobiliaria a través del “gesto” de autoría del arquitecto famoso.
Para consolidar el entramado conceptual entre lo Neoliberal, lo Posmoderno y lo Digital, a principios de este nuevo siglo nace desde la academia arquitectónica norteamericana el proyecto Post-Crítico, aquel que vio en los sistemas experimentales de rápida creación de prototipos y en la experimentación formal digital la salida al “discurso negativo” de la crítica intelectual de izquierda.
El Fin de la Historia era también el Fin de la Crítica. Ala arquitectura le cabía una resignación operativa, aceptando y asimilando los estándares de producción requeridos por el mercado. Las computadoras nos iban a ayudar en la tarea de servir acríticamente al mercado. Luego del ataque terrorista a las Torres Gemelas del 2001, de la crisis financiera global del 2008 y los triunfos electorales de la extrema derecha (proteccionista y xenófoba) en los centros de poder mundial, podemos decir hoy que el Fin de la Historia fue efímero y el triunfo Neoliberal pírrico.
Nuevamente el paralelo con la arquitectura es claro: el proyecto (aún inconcluso) de la Ciudad de la Cultura de Galicia en Santiago de Compostela, proyecto del arquitecto americano Peter Eisenman, envuelvo en derroches presupuestarios, retrasos monumentales y corrupción política, es a la vez una demostración del alineamiento de la Arquitectura a ese sistema global y una muestra de su fracaso.
(continúa)