Método Paranoico Diagramático
Problemas Actuales de la Arquitectura y los Estudios Urbanos. 2019
Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos PUC Chile

En 1978, Rem Koolhaas publica “Delirious New York”. Resultado de varios años de investigación. El libro se propone como Manifiesto Retroactivo para el Manhattanismo o la Teoría de la Congestión. Retroactivo en el sentido que los hechos históricos estudiados son “forzados” a presentar argumentos que en su momento no fueron elucidados por sus protagonistas. Rem Koolhaas funciona como un “investigador conceptual” que descubre la teoría de una práctica que no tuvo demasiado tiempo para pensarse a sí misma. El libro presenta una teoría para actores que ya no podrán usarla (o rebatirla) y funcionará como plataforma para la práctica arquitectónica de su autor. Delirious Nueva York anticipa la práctica proyectual que desarrollará su oficina OMA; porque, como explicará su fundador algunos años más tarde, si “la ardua tarea del final de este siglo es abordar abiertamente los reclamos, ambiciones y posibilidades extravagantes de la Metrópolis”, OMA liderará el retorno del Manhattanismo. (Koolhaas 1995)
“Si la esencia del Manhattanismo era ‘vivir dentro de la fantasía’, OMA será una ‘máquina para fabricar fantasía’.” En Delirious New York, Rem Koolhaas evoca el Método Paranoico Crítico (MPC) de Salvador Dalí, una forma de lectura surrealista en la que un solo motivo se ve de múltiples maneras en un “delirio de interpretación”. Según Koolhaas “Dalí propone una segunda fase surrealista, la explotación consciente del inconsciente a través del MPC, definido por Dalí mediante tentadoras fórmulas: “método espontáneo de conocimiento irracional basado en la objetivación crítica y sistemática de asociaciones e interpretaciones delirantes”. El MPC promete que “a través del reciclaje conceptual, contenidos desgastados y consumidos del mundo puedan ser recargados o enriquecidos como el uranio.” (Koolhaas 1978, 238)
Koolhaas adaptará esta reprogramación paranoica como fórmula para su propio trabajo: Delirious New York será una “sobreestimación sistemática de lo que existe”. Koolhaas aplica la receta ofrecida por Dalí para “investigar” Nueva York, y en un juego de muñecas rusas, y aprovechando la visita de Dalí a Nueva York, en el capítulo que trata ese acontecimiento explica el Método Paranoico Crítico, explicando así, sin hacerlo explícito, el método seguido para la escritura de su propio libro. “El paranoico transforma el mundo entero en un campo magnético de hechos que apuntan todos en la misma dirección: la que él está siguiendo. La esencia de la paranoia radica en esa relación intensa, aunque distorsionada, con el mundo real. La realidad del mundo se usa como ilustración y prueba para servir a la realidad de nuestra mente.” (Ibíd., 239)
“El Método Paranoico Crítico es una secuencia de dos operaciones consecutivas y diferenciadas: a/ La reproducción sintética del modo que tienen los paranoicos de ver el mundo con otros ojos, y su abundante cosecha de correspondencias, analogías y pautas insospechadas; y b/ La comprensión de estas especulaciones hasta un punto crítico en el que alcancen la densidad del hecho: la parte central del método consiste en la invención de “recuerdos” que objetiven el turismo paranoico y en la aportación de “pruebas concretas” que ofrezcan los “descubrimientos” de esas excursiones al resto de la humanidad; idealmente de manera tan obvia e irrefutable como las fotografías instantáneas.” (Ibíd., 239) Es a través del MPC que Koolhaas identifica, dentro de la historia del desarrollo urbano de Manhattan y las yuxtaposiciones espaciales proto-surrealistas de sus rascacielos, el “proyecto” del Manhattanismo: según él un modo delirante de producción urbana, cultura de la congestión y “tecnología de lo fantástico” que informará su propia y posterior “arquitectura metropolitana”. (Spencer 2016)
El Método Paranoico Crítico es además la clave que permite entender el innovador uso del diagrama en la práctica proyectual de OMA. En un artículo de 1998, “Diagramming the contemporary. OMA’s little helper in the quest for the new”, publicado en el número 48 de la revista holandesa OASE dedicada monográficamente al Diagrama, Wouter Deen y Udo Garritzmann describen su paso por OMA y el uso que la oficina hace del diagrama en el proceso de diseño arquitectónico. Así inician el relato: “En ‘OMA made easy, an inventory of concepts’, se describe al diagrama como un ‘dibujo mínimo utilizado para explicar un concepto’. El diagrama juega un papel importante en OMA como medio de comunicación, pero su importancia no termina ahí. Más que ser solo una fórmula visual práctica que encapsula el concepto de diseño, los diagramas se utilizan desde el principio para generar conceptos. A OMA le interesa el diagrama como instrumento en el proceso de diseño. Al comienzo de cada proyecto, se realiza un inventario de varios aspectos, como el programa, las restricciones, las regulaciones, la ubicación, etc. Una comprensión completa de la tarea, hasta el último detalle, es el punto de partida y una condición previa para el proceso de diseño. OMA a menudo emplea un método gráfico para lograr esto; a través de la representación gráfica, los datos abstractos se vuelven concretos y las características generales pueden registrarse y describirse. A veces, solo la visualización de los datos revela ya la clave de un concepto.” (Deen y Garritzmann 1998)
Esto nos recuerda los pasos del razonamiento diagramático referido por Charles Sanders Peirce, ya que la selección, reducción y simplificación de datos para su representación “esquelética” en diagramas iniciales son mecanismos activos en el proceso de OMA; la visualización de las relaciones racionales entre datos abstractos generan diagramas que sirven como estímulo para nuevas interpretaciones. Nos dicen los autores que las primeras búsquedas involucran la exploración más amplia posible de las opciones: “Los estudios de programa, volumen, densidades y tipologías se establecen en forma abstracta en variantes y modelos, sin que estos den como resultado un diseño directo, y tienen, en ese sentido, un carácter diagramático. La representación gráfica hace que los datos sean manipulables como material para modelos de pensamiento.” Este razonamiento diagramático tiene el efecto de difuminar el borde entre análisis de datos y concepción de proyecto. Los autores nos recuerdan que esto es precisamente lo que Rem Koolhaas valoraba del Método Paranoico Crítico: “un método racional que no pretende ser objetivo, a través del cual el análisis se vuelve idéntico a la creación.” (Deen y Garritzmann 1998)
Esta vertiente acerca la práctica proyectual en OMA a otro de los ingredientes del razonamiento diagramático prescripto por Charles S. Peirce: la metáfora. Recordemos que para Peirce la metáfora, así como la imagen y el diagrama, son iconos y comparten una característica común: son signos que se refieren a su objeto en virtud de la similitud.
Los signos en Peirce son: 1) el icono, que se asemeja a su objeto, 2) el índice, que está afectado por su objeto y 3) el símbolo, que depende de una convención aprendida. Todos los signos son mezclas compuestas de grados variables de las tres clases básicas, de modo que un diagrama es solo un ícono predominantemente; el diagrama también recibe ayuda de convenciones simbólicas y utiliza efectos indexados reales. Es por eso que el predominantemente icónico diagrama puede tener la creatividad del signo convencional y la conexión con lo real del signo indexado. Los diagramas no trabajan sólo por semejanza, aunque la similitud sensual no está descartada (después de todo, todos los signos se mezclan para que los diagramas también puedan tener imágenes), en cambio son verídicamente análogos a lo representado, lo que da a los diagramas la capacidad de revelar verdades inesperadas acerca de sus objetos. Peirce llama a esto “razonamiento diagramático”, mediante el cual realizamos experimentos con lo real al realizar operaciones sobre los diagramas capturando las relaciones involucradas: el razonamiento diagramático es simultáneamente un experimento con el pensamiento y con la materia. (Peirce 1933 citado en Adams 2000)
Nos dicen Deen y Garritzmann que Rem Koolhaas utiliza a menudo expresiones metafóricas para transmitir conceptos a los equipos de diseño. Pero nos aclaran que las metáforas de Koolhaas no refieren a analogías de forma sino más bien a analogías de mecanismos operativos, a principios de organización. Descritos de manera metafórica se desarrollan principios organizativos, cargados conceptualmente mediante analogías. En OMA, diagrama y metáfora son instrumentales en la organización de los componentes de un proyecto. O al decir de los autores: “el potencial de organización hace de la metáfora un diagrama.” (Deen y Garritzmann, 1998)
Referencias:
Spencer, Douglas (2016) The Architecture of Neoliberalism: How Contemporary Architecture Became an Instrument of Control and Compliance Londres: Bloomsbury
Adams, Tim (2000) “Diagrams of Interface, or, Deleuze and Gauttari’s Legacy to Architects” en Der Architekt, 9 (September 2000)
Garritzmann, U. y Deen, W. (1998) “Diagramming the contemporary. OMA’s little helper” en Diagrams OASE, 48: 83–92
Koolhaas, Rem (1995) S,M,L,XL New York: Monacelli Press
Koolhaas, Rem (1978) Delirious New York: a retroactive manifesto for Manhattan New York: Monacelli Press