Harvard Report: Semana 4
Fall Semester 2012. Cadena de mails. Inédito
Mis alumnos están desesperados tratando de llegar a tiempo a la entrega de la segunda fase. Se podría hacer un Reality show con esto. Uno de esos programas en los que hay que sobrevivir esquivando obstáculos que se te vienen encima. Menos de dos semanas para resolver el problema de la contaminación del agua y el suelo en el Área de Impacto de la base militar, y hacerlo proponiendo un proyecto de paisaje que registre los datos en gestos físicos concretos, proponga macro-topografías para limpiar y contener la contaminación y micro-topografías para controlar erosión, manejar el escurrimiento de aguas, definir zonas de vegetación y pensar futuros accesos y usos no-militares para el área. Fácil.
Estos ejercicios no son simplemente conceptuales. La mayoría de proyectos “paisajísticos” que están sucediendo en este país están relacionados con la limpieza de zonas industriales en desuso. Estos proyectos están determinados mayormente por ingenieros, y cuando finalmente se llama a un diseñador, los grandes desplazamientos de tierra ya están hechos y la oportunidad, perdida. El eje pedagógico propone a los alumnos pensar la oportunidad de diseño latente en estos proyectos de infraestructura paisajística. Los diseñadores pueden participar en el inicio de estos procesos, para sintetizarlos desde el punto de vista de la planificación y proponer futuros modos de urbanización, acordes con las realidades ecológicas.
En estos últimos años, la industria relacionada con la descontaminación de grandes predios ha madurado, hoy es una industria con técnicas, metodologías y maquinarias específicas. Todo esto empezó en los 70, en base a la presión de activistas preocupados por la contaminación de los ríos (el Cuyahoga en Ohio se prendió fuego) y de las tierras donde estaban construidas sus casas. Kennedy y Nixon crearon leyes que formaron la EPA (Environmental Protection Agency), la agencia federal que controla lo relacionado con la protección del medio ambiente. Con este marco legal se creó la figura del Brownfield, denominación que se le da a los terrenos industriales en desuso, se los infiere contaminados y se les prohíbe el cambio de uso, hasta que se pruebe que la contaminación ha sido tratada. (Con este marco legal, todo Puerto Norte en Rosario, en esepcial Fórum o Ciudad Ribera en Rosario, no podrían haber se hecho sin tratar la contaminación seguramente existe en el terreno). Los casos donde la contaminación llega a ser un riesgo para la salud humana, son catalogados en la categoría Superfund, lo que da acceso a un fondo federal que se usa en forma inmediata para atacar el tema. El gobierno después litiga para rastrear (hasta 150 años atrás) al creador de la contaminación y cobrarle la plata.
En los años 70 se atacó la contaminación puntual; es decir, los momentos donde los predios industriales tiraban contaminación directamente al agua o al aire. Por la regulación y la desindustrialización (las fabricas pesadas y contaminantes se fueron a China), los ríos están limpios otra vez (se pesca en Manhattan) y algunas ciudades redujeron el smog considerablemente. Desde finales de los 80 en adelante, el proceso de limpieza ha pasado a los focos de contaminación difusa. Es decir, a la contaminación ya dispersa en el suelo o en las napas. Esta contaminación es más difícil de detectar porque casi nunca aflora en la superficie. Es un trabajo de investigación que usa GIS, información geográfica satelital, combinada con pozos de prueba para finalmente construir una maqueta digital del PLUME, el volumen subterráneo de suelo saturado con agua contaminada. Volúmenes nunca fijos, se mueven, a veces rápido, a veces lento, dependiendo de la conformación del substrato y las corrientes de las napas involucradas. A este volumen hay que pararlo, contenerlo o sacarlo. Para limpiar el agua se la saca con bombas, se la pasa por filtros y se la vuelve a meter ahí abajo, hasta diluir la contaminación a niveles compatibles con la vida humana. En ocasiones se construyen filtros subterráneos con pilotes de muchos metros de profundidad.
También hay que limpiar la tierra, esto se hace con distintos tratamientos. A veces se calienta el suelo con picanas eléctricas gigantes que desarman por temperatura las moléculas (ciencia ficción, pero real), el resultado de este proceso son gases que después se enfrían para colectar el residuo. A veces sacan la tierra, la meten en grandes tanques y la lavan con agua y “detergentes”, simplificación extrema de lo que pasa en galpones que miden 500 metros de largo. A veces la oxigenan a presión para acelerar el proceso de decantación natural, etc. Se desplaza mucha tierra y a veces no se la devuelve a donde se la sacó. Además, de estos procesos siempre quedan residuos tóxicos (ahora solos y no mezclados con tierra) que hay que contener. Con todo esto se crean nuevas topografías, los paisajes de la contaminación.
A los alumnos le damos toda esta información y le pedimos que investiguen aún más. La idea no es que se conviertan en especialistas, sino que puedan entender posibilidades de diseño dentro de estas tecnologías. En fin, que hagan un proyecto.
En Latinoamérica no hemos terminado detratar la contaminación directa. Las fábricas siguen tirando cosas directamente a los arroyos y ríos (Rio Tigre, Cuenca Matanza y Riachuelo, Saladillo, Ludueña). Además, tenemos muy poca información sobre la contaminación difusa.
Ayer me invitaron por primera vez a una crítica en el máster de Arquitectura. La clase a la que fui es el primer estudio del programa de 3 años, clase que coordina Preston Scott Cohen, director del programa. El primer ejercicio es su ejercicio de cabecera: The Hidden Room, que en español funciona mejor: “El Cuarto Escondido”. La consigna consiste en diseñar 5 cuartos, uno de los cuales tiene que estar escondido de los otros 4. Una genialidad. Una manera de abrir la cabeza a los alumnos. Dos lecturas obligatorias para arrancar el ejercicio: el texto de Robin Evans sobre la invención del pasillo y el cuento de Poe aquel en que la carta buscada, por estar tan a la vista, queda oculta. Algunos parámetros para ocultar/revelar, algunas reglas, que incluyen que el cuarto no debe estar oculto del todo, porque si no se puede entrar, para que ocultarlo? Y total libertad. Todo el ejercicio es un problema de resolución casi imposible, un “Mac-Guffin”, que elimina las preconcepciones de lo que consideramos arquitectura, y nos obliga a pensar en lo esencial: que es un pasillo, que es una puerta, que es una entrada, como se ilumina un espacio, como se lo recorre, como se lo oculta o revela, etc. Nos la pasamos hablando de geometría, de organización, de secuencias y de lo que generalmente dejamos pasar para hablar de programa y otras cosas importantes. 24 proyectos en 6 horas, una maratón. Pero un placer enorme.
(2012)