Entrevista sobre la Vivienda

Juan Manuel Rois
5 min readJul 13, 2022

En: Juan Manuel Rois (ed.), 2018. Cátedra Rois TEXTOS [en línea]. p. 154

¿Qué es para vos la vivienda?
La vivienda es el hábitat doméstico. El arreglo espacial para la vida cotidiana.

¿Qué implica hacer vivienda?
Implica pensar en todo lo que tiene que ver con estar en casa. ¿Qué significa estar en casa? La casa es el lugar desde el cual ordenás tus cosas para salir al mundo. Cuando estás en tu casa estás en tu lugar, donde las palabras te salen simples. Estás en tu casa cuando no tenés que explicarte. Pensar una casa es pensar la parte del vivir que implica la intimidad.

¿Qué implica hacer vivienda en Rosario?
Lo mismo, sólo que pensando y entendiendo la situación cultural de aquellos que somos “rosarinos”.

¿Por qué hacer vivienda colectiva en Rosario?
La vivienda colectiva en Rosario en este momento no existe. Entonces, habría que hacerla simplemente porque no está, para que vuelva a estar. Primero habría que pensar que significa hoy lo colectivo. Si lo colectivo implica lo común, lo comunitario, habría que preguntarse qué es lo común en lo doméstico, qué es lo que se comparte en la domesticidad. Si lo doméstico es lo íntimo, dónde estaría la división entre lo individual y lo comunitario? Qué grado de comunidad puede llegarse a construir desde lo doméstico? Todo da a pensar que las condiciones actuales no lo permiten.

¿En qué lugar de la ciudad llevarías a cabo un proyecto de vivienda colectiva?
En el centro de la ciudad. El problema es económico, cómo todo lo que tiene que ver con los modos de producción. Lo que viene sucediendo, es que se ha abandonado la ciudad como proyecto democrático. Se ha pensado, con un criterio realmente lamentable, que la vivienda colectiva es la vivienda para el pobre y que para el pobre hay que buscar la tierra más barata disponible en la periferia. Al abandonar el proyecto urbano como proyecto democrático, al abandonar el problema de la vivienda, el Estado dejó al consumidor (así como el “pueblo” ahora es simplemente “la gente”, el “ciudadano” hoy es simplemente un “consumidor”) al desamparo de las mínimas ofertas del mercado, que son cada vez más individualizadas, más atomizadas. Por todo esto yo haría la vivienda colectiva, pensada desde lo común, en el centro de la ciudad.

¿Cómo pensás que está abordado el tema de la vivienda colectiva en nuestra ciudad?
No está abordado. Se sigue simplemente la inercia de las condiciones de producción que han hecho, desde hace rato, que el Estado se corra de la discusión sobre la vivienda. El Estado ha dejado que el mercado decida, y el mercado decide que no haya vivienda colectiva. El Plan Pro.Cre.Ar, el último intento del Estado de ocuparse de la vivienda, fue una modalidad que pensaba al ciudadano como consumidor individual. Te daban un crédito y tenías que salir a buscar, en las condiciones del mercado, la mejor oferta posible y eso generalmente era en la periferia y sin infraestructura; así urbanizamos incluso tierras inundables, porque el mercado sin regulaciones vende terrenos inundables. Sólo nos quedan entonces las condiciones impuestas por el mercado, que ya no está construyendo viviendas para vivir. El mercado sólo piensa en el valor de cambio, construye vivienda como valor financiero. En la especulación lo que importa es la liquidez prometida de los bienes inmueble, lo más rápido que puedas liquidar el bien inmueble y convertirlo en dinero, mejor. Para un inversor es mucho mejor hacer siete unidades mínimas de vivienda que dos o tres decentes. Entonces, el mercado no piensa en los modos de vida, piensa en los modos financieros y en la flexibilidad de inversión en la ecuación soja-dólar-departamento. Un inversor te va a pedir que hagas la mayor cantidad de departamentos posibles, sin pensar en cómo se va a vivir en ellos. Ahí está el salto de modalidad de valor de uso a valor de cambio.

¿Qué proyecto (construido o no, en cualquier lugar) considerás que responde correctamente a este tema?
En Buenos Aires, el Barrio Los Andes. Una utopía construida, alta densidad en baja altura, en entorno barrial respetando la trama urbana, imaginando modos de vida colectivos y cooperativos, en el centro de manzana. Esto se abandonó, demasiado comunista, tal vez. Lo que vino después fue un paradigma de vivienda colectiva que equivocó todos los términos, eso que llamamos Urbanismo Moderno. Fue un gran fracaso, una tragedia que monumentalizó la vivienda y la separó del tejido, rechazando la ciudad existente, en su otro gran error, pecado de soberbia. El Urbanismo Moderno buscó resolver el problema de la vivienda colectiva con altura y baja densidad, lo cual demostró ser una idiotez sociológica. El Barrio Los Andes se acerca a lo que busca ahora el diseño urbano contemporáneo: alta densidad en altura media en relación cercana con los espacios abiertos exteriores. Una modalidad con gradientes entre lo público y lo privado.

¿Qué opinión tenés de los “amenities” en los edificios multifamiliares?
Los “amenities” es la manera con la que el mercado vende aquello que antes era gratis. Una apropiación de cosas que pasaban por fuera de las lógicas del mercado y que ahora están mercantilizadas. Ya no podemos imaginar una forma de vida que no esté mercantilizada, en la que no paguemos por todo. El modelo neoliberal te vende que sos sujeto siempre y cuando consumas. Desde los productos que ofrece el mercado, elijo y construyo mi subjetividad. Empresario de mí mismo; pago, compro y soy. Antes, las cosas sucedían en la vereda, sucedían en las terrazas, sucedían en los espacios intermedios y nadie les ponía ni nombre ni precio. Y ahora le ponemos nombre y precio, le decimos “amenities”.

¿Cómo pensás que la vivienda debería responder a la heterogeneidad?
Hay un error difundido al pensar la flexibilidad en la vivienda, una confusión que ha generado muchos problemas. La modernidad respondió a lo masivo desde un proyecto único. Ford hacía un auto y era el mismo para todos. El Movimiento Moderno diseñaba una vivienda y era la misma para todos. Se apuntaba a un “ciudadano” promedio. Ahora el mercado, gracias a las nuevas tecnologías de fabricación, ha organizado en forma eficiente la diversidad. Con un anglicismo llamamos a esto “customización”: individualizar el producto a los deseos del consumidor. El problema es creer que también hay que responder de esa manera con la vivienda.

Juan Manuel Rois. 2016

Sign up to discover human stories that deepen your understanding of the world.

Free

Distraction-free reading. No ads.

Organize your knowledge with lists and highlights.

Tell your story. Find your audience.

Membership

Read member-only stories

Support writers you read most

Earn money for your writing

Listen to audio narrations

Read offline with the Medium app

No responses yet

Write a response