Cekada Romanos: Lúdica Lucidez
en BISMAN, Hernán (2019) Material de lo Construido Tomo 17- Cekada-Romanos Arquitectos Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Bisman Editores, 12–13.

La obra construida del Estudio Cekada-Romanos se acerca con soltura a las producciones contemporáneas interesadas nuevamente en la figura, es decir en edificios de carácter marcado. Vemos aquí una manera de acercarse a los criterios de conformación de la masa arquitectónica que se libera de prejuicios disciplinares codificados, prefiriendo criterios gráficos cercanos al cómic para definir la personalidad del artefacto arquitectónico. Esta es una arquitectura que, evitando excesos, presenta masas expresivas que hablan del optimismo intrínseco del hecho arquitectónico, de la alegría del hacer. Humor sin ironía que propone viviendas que miran al paisaje con bocas abiertas, que se quiebran para asomarse, que se aprietan contra medianeras y quieren escapar.
Cekada-Romanos forma parte de una generación de jóvenes profesionales rosarinos que descubre arquitecturas de regiones hermanas llenas de imaginación material, latinoamericana y palpable. Para ellos, las oportunidades de experimentación no han estado en las imágenes seductoras de formas creadas por precisión digital; han estado en las estrategias estéticas que transforman lo aparentemente pobre (lo popular, lo rural, lo arcaico) en el material de diferenciación e identidad contemporánea. Esto es lo que comparten con las producciones latinoamericanas más interesantes de la actualidad, reconocidas internacionalmente por su experimentación estructural y material.
En contraste con la seriedad de la generación moderna rosarina y del trabajo conceptual minimalista de sus mentores directos, estos jóvenes arquitectos demuestran irreverencia en su búsqueda; no hay “verdad” tectónica, hay invención de mundos plásticos; no hay volúmenes blancos y compactos, hay variedad de aristas y colores. Un ejemplo: Cekada-Romanos experimenta con el ladrillo en la Casa Alejandra, visualmente nos presentan una pared “mala” con apariencia de aparejo de 20 cm -pared simple sin protección térmica o hidrófuga-, cuando en realidad se trata de un estudiado entramado conformando un muro portante doble de 30cm con cámara de aire, una gran pared exterior para nuestro clima, con un añejamiento bendecido. Otro ejemplo, reaccionando al exceso formal del barrio cerrado donde se sitúa la Casa Miraflores, Cekada-Romanos responde con un exceso mayor: pintando de negro la casa.

Una marca geográfica define la obra de esta nueva generación de arquitectos locales: su obra ha sido expulsada de la ciudad. Los pocos encargos dentro de la trama urbana hacen que las propuestas de vivienda unifamiliar estén cada vez más lejos, en la periferia de baja densidad donde se expanden nuestras ciudades pampeanas sin límites definidos. Un corolario positivo de este desarrollo es la recuperación de la pampa como el locus conceptual de la arquitectura local. Cekada-Romanos llega al paisaje sin el pesado bagaje literario e ideológico de generaciones anteriores; no se trata ya de la patria o el origen, se trata de oportunidades para la masa arquitectónica de moverse libremente y asomarse, para los espacios interiores de abrirse y atrapar horizontes.
Estas nuevas prácticas profesionales independientes se desarrollan en Argentina sin apoyo institucional, en la total intemperie. Desde su lucidez lúdica, encontramos en la obra construida de Cekada-Romanos una ética de la resistencia. Junto a sus colegas de generación, ya con más de 10 años de experiencia profesional, el interés por la obra individual se desplaza a la construcción de una trayectoria: el desarrollo de ideas y persecución de problemas. Para esto, han tenido que establecer una práctica de la oportunidad, aprovechando con precisión los espacios de pensamiento ocultos en la avalancha de acontecimientos desesperados que, acumulando catástrofe sobre catástrofe, denominamos encargo profesional. Celebramos este optimismo épico que construye cultura disciplinar desde el barro mismo de la profesión.
Juan Manuel Rois, 2019.