Argentina, Invención Porteña (2a parte)

Juan Manuel Rois
8 min readApr 29, 2022

Technology and the Organization of the City
UIC University of Illinois at Chicago Fall 2002

Fundación de Buenos Aires por Juan de Garay, Jose Moreno Carbonel

Colonización Hispánica

Protocolos de Organización

“La inmensidad del horizonte, que siempre se ve igual mientras avanzamos, como si toda la llanura se moviera junto a nosotros, da la impresión de algo ilusorio en esta realidad ruda del campo abierto. (…) La pampa es una ilusión: es tierra de aventuras desordenadas en la fantasía de un hombre superficial. (…) Este fue el reino quimérico de Trapalanda, del cual el padre Guevara dijo: “Su descubrimiento nunca se logró; consumió recursos que no fructificaron… la ciudad imaginaria de oro sólido que casi destruyó las expediciones de Francisco de Aguirre y Diego Abreu, y que llevó a la fundación de La Rioja y Jujuy, sólo para descubrir Trapalanda y apoderarse de sus recursos”. (Estrada, 7)

(Trapalanda, El Dorado, nombres diferentes del mismo mito. “Aguirre, La ira de Dios” de Werner Herzog se basa en los escritos del padre Guevara.)

La colonización hispánica del Nuevo Mundo tuvo un fundamento urbano. La apropiación económica del territorio y la organización del corpus social se realizó desde las ciudades, una acción política y militar previamente desarrollada en la “Reconquista” de la península ibérica. La “reconquista” fue una cruzada con el objetivo de la repoblación y reorganización de la península ibérica luego de su dominio por el Islam, la acción militar se basó en la fundación y consolidación de numerosos campamentos y aldeas militares basadas en las costumbres militares de los romanos, referidas por Vitrubio como “castros”: diseño ortogonal con calles rectas y espacios abiertos (plazas). (Pérez)

El trazado español de ciudades tiene una gran tradición de codificación y normativa. Ya Alfonso X “El Sabio” da indicaciones por escrito para la organización de campamentos y villas. En 1454, el obispo Rodrigo Sánchez, secretario de Juan II de Castilla en su “Suma Política” indica cómo deben fundarse y construirse las nuevas ciudades y pueblos. En 1529, Carlos V publicó disposiciones para ciudades que se encuentran en América, y más tarde, en las Nuevas Leyes (1542), envió sus “Instrucciones y Reglas para poblar. Código para todas las Colonias”. Finalmente, todas estas leyes parciales fueron codificadas más tarde como parte del Código de Indias, por Felipe II con el título oficial de “El orden que uno debe tener para descubrir y poblar”, considerada la primera ley de urbanismo de la era moderna. (13 de julio de 1573, Archivo General de Indias, Sevilla “Órdenes de Poblaciones”). (Blanco Barros)

La conquista de una provincia le daba a la Corona el control del territorio, la fundación de una población significaba la posesión de la tierra. El rey tenía el título de “propietario real” de la nueva cristiandad: podía erigir iglesias, autorizar parroquias y diócesis. Este patrocinio real fue uno de los privilegios que el Papa Alejandro VI había ofrecido a los Reyes Católicos debido al descubrimiento de América. (Blanco Barros). Pero la iniciativa de la Conquista era privada: el descubrimiento, la conquista y la colonización de los territorios americanos iba precedida de la firma de un contrato llamado “Capitulación”, establecido entre el rey y el líder de la expedición conquistadora (“El Adelantado”). Una de las obligaciones del adelantado (además de solventar los costos de la expedición) consistía en fundar una o dos ciudades que debían establecerse “con buen orden y policía”, con iglesias, plazas, calles y despachos para la Real Administración. Situado en Sevilla, el poderoso Consejo de Indias (Primero “Casa de la Contratación” y más tarde “Consejo de Indias”) controlaba el cumplimiento de los requisitos del contrato e imponía severos castigos en caso de negligencia. Una vez establecidos en el Nuevo Mundo, los adelantados recibían “Encomiendas”, es decir, tierras y comunidades indígenas que pasaban a estar a su servicio como tributarios (sólo en los documentos, en la vida real, mano de obra esclava) y que se convertían en su principal fuente de beneficios. (Blanco Barros)

“Por medio de la tierra, uno gana dominio sobre el futuro. Él (el conquistador) estaba conquistando el espacio, y el espacio era poder; dominaba miles de leguas atravesadas por fugitivos salvajes, y calculaba la cantidad de tierra vacía como si se tratara de onzas de oro.” (Estrada, 11)

Aspectos destacados del Código de Indias:

Al llegar al lugar donde se fundará el nuevo asentamiento, se deberá verificar lo siguiente: que esta debe ser una localidad de tierra elevada, con salud, fortaleza y fertilidad; con acceso a agua natural y con facilidad de acceso para diligencias.

El lugar para la plaza principal se debe elegir primero; desde ella, las calles deben correr hacia las entradas y las carreteras principales a través del país. Se debe dejar suficiente espacio abierto para que la ciudad, en el caso de crecimiento, pueda extenderse continuamente de la misma manera.

Se debe hacer un plano: plazas, calles y lotes deben delinearse en el suelo mediante cordones y clavijas.

La plaza central debe tener forma alargada, con la longitud al menos una vez y media el ancho. Ya que esta es la mejor proporción para festivales en los que se utilicen caballos. El tamaño de la plaza no debe ser inferior a 200 pies de ancho y 300 pies de largo, ni más ancho que 500 pies o más largo que 800 pies. Una plaza proporcionada de tamaño mediano tendrá 600 pies de largo y 400 pies de ancho.

Si la ciudad está en la costa, la plaza deberá estar cerca del puerto. Si la ciudad está ubicada en un lugar mediterráneo, la plaza deberá estar en el centro de la población.

Las calles principales salen de la plaza, una desde el punto medio de cada lado y dos desde cada esquina. Las cuatro esquinas deben mirar hacia los cuatro vientos principales, porque de esta manera, en el caso de salir de la plaza, existirá protección en las calles, si no fuera así, habría muchos inconvenientes.

Las calles serán anchas en zonas frías, estrechas en zonas cálidas; pero a los efectos de la defensa, donde se utilicen caballos, se acordará que deberán ser amplias.

Cerca de la Iglesia y la Plaza de Armas deberán construirse las Casas Reales, el Consejo, el Ayuntamiento y los Edificios de Aduanas, no para disminuir su fuerza, sino para una mayor comodidad para resolver los negocios en medio día. (Benevolo, Pérez)

Las nuevas ciudades siguieron un solo plan: una retícula de calles rectilíneas, que contenían series de cuadras aisladas, casi invariablemente cuadradas. En el centro de la ciudad, ya sea cancelando o reduciendo el tamaño de unas pocas cuadras, estaba la plaza principal, a la que daban frente los principales edificios de la ciudad: la iglesia, el ayuntamiento y las casas de los comerciantes y colonos más ricos.” (Benevolo, 624)

Siguiendo estas instrucciones precisas, se fundó un nuevo tipo de ciudad. Una ciudad en la que lo primero que se establecía no era un organismo tridimensional sino un trazado. Las parcelas eran dadas a los propietarios, a los que se les permitía construir cómo y cuándo lo desearan. Esta era una ciudad que podía crecer sin posibilidades de saber qué tan grande sería, porque la retícula podía expandirse en todas las direcciones. El límite externo de este tipo de ciudad será siempre temporal. Finalmente, la uniformidad de la retícula urbana, decidida en papel por burócratas en España, impedía que la ciudad se adaptara a su entorno natural. “En el siglo XVI y XVII, en América, técnicos de tercer nivel tuvieron la oportunidad de planificar y completar ciudades enteras.” (Benevolo, 639)

Rito Fundacional
Un testimonio directo nos da la idea del método de prueba y error utilizado en la fundación de estas nuevas ciudades: “La fundación de la ciudad comenzó con la toma de posesión del territorio, y esto se hizo en nombre de las más altas autoridades: Dios y el Rey. Más tarde, el capitán [Jorge Robledo] ordenó a algunos jóvenes que montaran con él y fue a un lugar llano, y allí ordenó cortar ciertos árboles, y ordenó hacer un pozo. Algunos hombres trajeron un tronco y lo instalaron en el pozo. El capitán ordenó al escriba [Pedro Sarmiento] que declarara que estaba fundando, en nombre de la Majestad y del Gobernador, una ciudad que se llamaba “San Juan y la Santa Iglesia de María”. Luego, el capitán tomó la espada y, en señal de posesión, hizo ciertos cortes en el tronco. (…) A cuatro leguas de esta Ciudad se encontró otro lugar mejor, la ciudad se fundó nuevamente en este nuevo sitio. Algunos de los presentes trasladaron el registro (tronco) de justicia al nuevo lugar y lo instalaron en el centro del pedazo de tierra destinada a la plaza principal de la nueva fundación.” El acto fundacional culminaba con una acción de gracias a Dios, generalmente con la celebración de la misa. (Pérez)

Buenos Aires: Doble Fundación
El 21 de Mayo de 1534, Pedro de Mendoza firmó su contrato (o “Capitulación”), y fue nombrado “Gobernador y Capitán General del Río de la Plata y de las doscientas leguas de costa del mar del sur, para conquistar y poblar”. La expedición partió de España el 24 de Agosto de 1535. En Febrero de 1536 los pequeños barcos ingresaron en el “Río de los Barcos” (Riachuelo) y fundaron una ciudad llamada “Puerto de Santa María de los Buenos Aires”. Construyeron una iglesia, una casa para el capitán y numerosas chozas. También desembarcaron los setenta y dos caballos y vacas que habían traído de Europa. En batalla con los nativos, murieron Diego Mendoza y treinta españoles. La ciudad fue fortificada y sin acceso a alimentos, sus habitantes comenzaron a morir de hambre. En Junio de 1541, con solo 6 años de precaria existencia, Buenos Aires fue abandonada e incendiada por sus habitantes, que se embarcaron en dirección a Asunción (Paraguay), una ciudad en medio de la selva.

“Decepcionado, Irala se fue a Paraguay y de los restos abandonados, de esos animales abandonados, brotaría el oro inexistente hasta entones. El ganado será nuestro metal precioso. (…) Los que vinieron con Garay encontraron riquezas en forma de ganado; y aunque no tan prestigiosas como los metales preciosos, sin embargo, estas también eran riquezas”. (Estrada, 17)

Pero las “Provincias del Plata” eran de gran importancia geopolítica y en 1573 se encargó a Juan de Garay fundar una población en estas regiones. Viniendo desde el norte (la ciudad de Asunción), el 11 de junio de 1580, Garay, junto con nueve españoles y setenta y cinco indios llevaron a cabo la segunda fundación de Buenos Aires. En una típica ceremonia de fundación, Garay distribuyó las tierras, los indios, reservó el lugar para la iglesia y nombró el primer consejo de gobierno de la ciudad.

“De todos esos itinerarios, Buenos Aires fue punto de llegada y de salida. Las líneas de comunicación se establecieron entre Buenos Aires y Europa mucho antes que existieran con el interior. (…) El puerto primero se unió a Europa; luego tuvo que unirse con el interior. Y para ese propósito se trazaron rutas.” (Estrada, 61)

(continúa)

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